La Conchi es mi peluquera y viene a mi casa a torturarme. En cuanto entra por la puerta me pongo histérico , ella toda contenta me dice cositas bonitas, pero yo... ni caso, porque no aparto la vista de ese enorme maletín que trae en una mano y una mesa con correas para atarme que trae en la otra. La jefa le da un par de besos toda sonriente y a mí que me joroben,...¡ nadie me hace caso!
Monta su mesa de trabajo, a pesar de mis ladridos cada vez más alocados, me suben , me atan y....
...la tortura va a empezar...
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| ¡Quieto Byron! Mira ... soy yo, la Conchi!!! |
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| Cuidado con las orejas, que me vas a sacar un filete .... |
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| Mira que la avisé .... pues nada , me cortó un poquito y dice que fue por no estarme quieto, .... pero si me tiene con ellos de corbata. |
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| Ahora le toca a las patas .......¡Cuántos nudos! Son las bolitas que hago yo cuando me lamo. ¡No se entera de nada! |
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| ¡Quieto Byron, que ya estamos terminando! |
Después de más de dos horas sin rechistar, .... ...¡Qué guapo ha quedado! ... Con lo a gusto que estaba yo con mis pelambreras ... y mis nuditos ....... y mis orejas peludas ...
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| ¡¡¡Así he quedado!!! Me han tocado todo, como podéis ver. |
